Radiografía del Emprendedor Nacional

por | 20 mayo, 2018

No apto para tontos graves

El Emprendedor de Redes Sociales:

Su emprendimiento es básicamente Emprender. Es decir, más que desarrollar proyectos que busquen satisfacer una demanda de manera rentable, su principal preocupación es ser reconocido, validado, pero principalmente, denominado como «un emprendedor(a)».

Amante de las citas motivaciones truchas, especialmente sin son atribuidas a Steve Jobs (los mayores de 40) o a Elon Musk (los menores de 40).

Pierde la mitad de su tiempo soñando con cómo poder volar alto y, tautológicamente, con  cómo poder perseguir su sueño.

Regularmente emprende mientras se encuentra trabajando como empleado (a quienes repudia por dicha opción), por lo que ya sea, emprende a la mala desde su oficina, ocupando el computador, teléfono y a veces, la camioneta a su alcance o lo hace desde su casa cuando llega en las tardes, por lo que no es extraño que le den las 2 de la mañana emprendiendo, situación que se ufana en compartir con su pares, a esa hora, a través de sus redes sociales.

Como muchos de estos emprendedores se dedican a imprimir poleras, el que imprima una con la leyenda: YO SOY EMPRENDEDOR, de seguro, se hará millonario.

El Emprendedor Sotcial

Se siente particularmente motivado por los temas sociales y de inclusión, fundamentalmente, porque cuando niño le tomó mucho cariño a su nana.

Habitualmente egresado de colegio de congregación y con una importante trayectoria de voluntariado a cuestas, lo que no implica que buena parte de su conocimiento de la pobreza y la desigualdad lo obtuvo al son de guitarreos de canciones de Ariztía y Alberto Plaza cuando estuvo en los trabajos de verano por allá en el Sur, en un pueblito del cual no recuerda su nombre. Lo más avanzados, eso sí, también hicieron una temporada en el Techo.

Sus emprendimientos regularmente se asocian a cómo acercar el mundo del consumo o del emprendimiento a las clases sociales más bajas. Es decir, probablemente los pobres seguirán siendo pobres, pero ahora emprendedores y por lo mismo, felices.

El Emprendedor Hello Kitty

La felicidad es lo suyo.

Al igual que el Emprendedor de Redes Sociales no puede vivir sin leer, al menos 10 veces al día, frases motivacionales o citas de auto-ayuda. Pero él/ella va más allá. También escribe las propias y las comunica a sus múltiples seguidores (los emprendedores de RRSS) generalmente con hashtags del tipo #todoestáenti, #túlopuedeslograr, #vamosadelante, etc. Es decir, todo aquello que puede llegar a servir como slogan para una Teletón.

Para él/ella, emprender no se trata de descubrir oportunidades representadas en problemas presentes en segmentos relevantes de un mercado que valga la pena resolver, para luego diseñar, validar e iterar propuestas de solución que se distingan de las alternativas ya disponibles y finalmente salir al mercado con un modelo de negocio tanto flexible como escalable. No, emprender es perseguir su sueño, que no es más que desarrollar una idea, la que todos los familiares y amigos dijeron que es genial.

Nada más. Una idea y luego, puro pensamiento positivo, pasión y mindfulness. Porque para ellos, los emprendedores son seres de luz, especiales. Y porque son especiales, apasionados y trabajan por su sueño de forma incansable, el éxito no tan solo será asegurado, sino que además, merecido.

Sus emprendimientos pueden ser en cualquier área, cualquiera. Total, pensando positivamente, da lo mismo lo que hagan. Siempre saldrán adelante.

El Emprendedor Zorrón

Emprende desde la comodidad y seguridad hogareña, una vez terminado su período universitario, el cual básicamente se trató de participar en pichangas y organizar asados con sus amigos, que luego serán la base de su networking emprendedor.

Sus emprendimientos generalmente son la etapa previa a su viaje al Sudeste Asiático, desde donde regresará iluminado, nuevamente, a emprender en la casa de sus padres.

Para él, emprender, más que una opción de desarrollar una empresa es básicamente la posibilidad de seguir carreteando, pero ahora, que le paguen por eso. Por lo mismo, sus emprendimientos generalmente están dirigidos a otros jóvenes de ingresos altos en 3 ó 4 comunas y son aplicaciones de celular para encontrar botillerías, organizar eventos, compartir autos para ir a la nieve, armar pichangas etc. Todos temas de alta relevancia para su segmento de clientes, que no son otros más que sus mismos pares.

Como prácticamente ninguno de esos emprendimientos resulta, al llegar a los 30 años acepta la invitación de su padre o suegro para incorporarse a sus empresas y a hora sí, a trabajar en serio.

El Emprendedor Aspiracional

Lo primero que hizo al abrir su cuenta de Twitter fue seguir a Andrónico Luksic, además le dice Tío y le celebra cada una de sus intervenciones.

Posee un vuelo intelectual más bien rasante, el que se refleja en sus preferencias políticas hacia personas como Parisi y Garay. No tiene tiempo para tonteras como leer algún libro, ni siquiera los de auto-ayuda. Alguna vez un empleado le regaló uno de liderazgo, escrito por algún entrenador de fútbol exitoso. Le encantó la portada y desde entonces, lo guarda en su velador.

Lo suyo es ganar plata, la forma importa poco. Por lo mismo, sus emprendimientos suelen abarcar toda una gama de industrias y negocios, con una leve preferencia hacia aquellos que involucren motores, tuercas, mangueras de goma o transportes. Todo sea para poder viajar a un Mundial, comprarse el Audi o un departamento en condominio con laguna artificial en alguna parte del litoral central. La plata es para mostrarla.

Generalmente solidario con algún pariente menos afortunado que él, lo contrata en su empresa como hombre de confianza. Esto se se traduce en que le deja usar el Audi para llevarlo a lavar o cambiar el aceite.

¡Qué no se note pobreza! Es su lema al organizar asados con sus amigotes para ver partidos de fútbol y aprovechar de contarles lo bien que le está yendo.

El Emprendedor de Cowork

Es la evolución del Emprendedor Hipster, de inicios de esta década. Ese que descubrió en los Starbucks que un emprendedor, lo primero que tenía que hacer es parecer un emprendedor. Lo que implicaba el uso de pantalones pitillo, barba cuidada, lentes de marco grueso, pero fundamentalmente movilizarse en bicicleta.

Entre sorbos de su Caramel Macchiato Alto, desarrolla en su Mac ideas que transformarán el mundo, darán trabajo y distribuirán la riqueza. Todo en onda empresa B.

Cuesta entender cómo llegará a lograr tan nobles objetivos empaquetando frutos secos, sublimando tazones o vendiendo paltas al por mayor. Pero en fin, como todo buen emprendedor que se precie de tal, soñar es lo suyo.

Progresivamente ha ido abandonando los Starbucks, porque para él ya se pusieron rascas, con demasiados emprendedores de liceo tratando de vender diseño de páginas web o bases de datos a otros emprendedores. Hoy se refugia en coworks del Barrio Italia, donde puede interactuar con otros como él y desarrollar negocios que en los Estados Unidos ya se hicieron hace 10 años.

El emprendedor(a)

Trabaja tranquilo en su negocio, el cual ha desarrollado progresivamente sin mayores aspavientos. En ocasiones le va bien y en muchas otras fracasa. Si tiene la posibilidad, lo intenta de nuevo, generalmente con mejores resultados, producto de su aprendizaje respecto a la experiencia anterior.

No pierde tiempo contándole a todo el mundo lo difícil que es emprender ni los sacrificios que ha hecho, tampoco leyendo citas motivacionales ni mucho menos, artículos como éste.

CONTINUA EN: Radiografía del Emprendedor Nacional II

Para una nueva forma de entender el emprendimiento y los emprendedores, no dejes de leer EMPRENDIMIENTO: DEMOLIENDO MITOS a la venta en:

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4 pensamientos en “Radiografía del Emprendedor Nacional

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