1.Promueve el juego: El juego es una actividad esencial en el proceso de desarrollo humano, fue definido por Steward Brown como un estado cognitivo-emocional en torno a un actividad aparentemente sin propósito, envolvente, que nos genera goce, suspensión de la conciencia, del tiempo y del espacio y que nos mueve a querer realizarla una y otra vez. Por lo mismo, su práctica e incorporación a las dinámicas organizacionales, entendidas éstas como la implementación de un Juego Serio, resultan indispensables para el desarrollo de la creatividad e innovación en su quehacer. Según Michael Schrage, no se puede ser un innovador de verdad, a menos que se esté dispuesto a jugar. Por lo mismo, el Juego Serio no debe ser tratado como una articulación de palabras o una metáfora del management. El Juego Serio es la perspectiva y la práctica que hace posible la creatividad y la innovación. Facilitando, en lo concreto, el desarrollo de procesos que transformen una incertidumbre inicial en resultados que aportan o crean valor.
2. Acepta el fallo: De acuerdo al profesor Carlos Osorio, para innovar con éxito, las empresas deben aprender el arte de equivocarse e insertar ese aprendizaje en su ADN. En general, las empresas u organizaciones diseñan sus procesos en la búsqueda de la eficacia y éxito de los mismos. Por lo mismo, el evitar los fallos determina, además de un compromiso estructural, un modelo de gestión. Y es justamente esta forma de conducir los procesos creativos y de innovación (evitando los errores) la principal causante, según Osorio, de los mayores fracasos que resultan de dichos procesos. Las empresas deben ser capaces de incorporar y aceptar las fallas o errores en los modelos de gestión de sus nuevos proyectos. Es decir, prepararse para fallar, lo más rápido y barato posible. Por lo mismo, fallar es en parte una ciencia y un arte que se orienta a dominar el riesgo, la ambigüedad, la incertidumbre e ignorancia asociados a todo proyecto de cambio e innovación. (Osorio, Carlos. El Arte de Fallar, HBS, 2010).
3. Valora las diferencias: Un obstáculo fundamental para el desarrollo de organizaciones más creativas, más innovadoras o mejor capacitadas para desarrollar e implementar procesos de cambio o transformación es la profunda endogamia del management nacional. Los equipos directivos y gerenciales tienden a privilegiar la relación con otros que provengan de sus mismos círculos sociales, educacionales, culturales y, como consecuencia, valóricos e ideológicos. La variedad de pensamiento y mindset es mínima, lo que resulta regularmente en una forma única de comprender el mundo y lógicamente, en una sola manera de enfrentar los problemas o desafíos. Nada más alejado de los principios para el desarrollo creativo. Es decir, buscar muchas maneras de ver los problemas con la finalidad de encontrar muchas nuevas formas para resolverlos. No temas incorporar gente distinta a ti, a tus equipos de trabajo. Enriquece tu organización con profesionales que provengan de distintos ámbitos o carreras de origen, que tengan distintas edades, que vivan en otros sectores, que pertenezcan o posean otros tipos de familias, etc. La incorporación, gestión y valorización de las diferencias al interior de las organizaciones será un activo fundamental para la competitividad en lo que avance este siglo.
4. Fortalece la expresión: Cientos de ideas, proyectos, nuevas soluciones, descubrimientos o desafíos no logran ver la luz al interior de las organizaciones producto de la falta de canales apropiados o eficientes para su expresión o comunicación. El tema no se resuelve con un buzón de ideas. Claro, puede aportar, pero si esas mismas ideas depositadas, no se están evaluando regular e iterativamente, no se transforman en desafíos que supongan proyectos para su solución o no se les asignan los recursos necesarios para su desarrollo, serán letra muerta. Las organizaciones requieren implementar nuevos medios y canales de interacción intra miembros de sus equipos de trabajo y también entre los distintos equipos, áreas, secciones, etc. Además de promover estas interacciones, se requiere establecer nuevas formas para la difusión e iteración de ideas y proyectos y lógicamente incentivar formalmente tanto la formulación de dichas ideas como las propuestas para su desarrollo e implementación. Hoy, ningún aporte es despreciable. El 70% de las innovaciones de muchas empresas surge desde propuestas de sus propios empleados o colaboradores. Si no estás al tanto o consciente de éstas o no promueves su formulación y comunicación, no habrá manera que puedas, algún día, llegar a implementarlas.
Alejandro Godoy es fundador de CambioCreativo. Activando la Creatividad como un Valor Competitivo.