Quizás al título de este artículo le faltó para ganar mayor contexto, poner entre paréntesis la expresión «en estos tiempos» antes del cierre de la pregunta. Pero bueno, como la cita a Hamlet es conocida, preferí agregarla en su primer párrafo.
Cierto, porque de esa manera la duda hamletiana cobraría mucho más sentido para quienes hoy en día están evaluando la opción de emprender en nuestro país. Algunos quizás, fruto de desafortunadas circunstancias (como la pérdida de su trabajo, por ejemplo) y otros, atraídos por un mero sentido u olfato de oportunidad agudizado en estos últimos dos años.
De que estamos viviendo tiempos de crisis, qué duda cabe. El filósofo y político italiano Antonio Gramsci se refería a estos períodos de la siguiente manera: «Cuando el viejo mundo se muere, el nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos».
Si asumimos como cierto lo anterior, los de hoy serían tiempos de monstruos, que por definición, infunden temor y paralizan. Cada cual podrá ver sus propios monstruos. Los inminentes cambios de gobierno y constitución, las importantes transformaciones sociales y quiebres de paradigmas, el avance de nuevas formas de comprender y ejercer nuestro rol en la sociedad, etcétera.
El pensamiento conservador, por tautología, supone que lo mejor que le puede ocurrir a una sociedad es la «estabilidad de sus instituciones» y el mundo de los negocios, desafortunadamente en su mayoría, íntimamente ligado al anterior, regularmente proclama más o menos lo mismo. Es decir, que no hay nada mejor para hacer negocios que contar con «reglas claras». Otra forma de añorar la mantención del status quo.
Hay un principio básico del emprendimiento que regularmente comento en mis clases y talleres: «Nunca hay un momento óptimo para emprender». Esto no quiere decir por supuesto, que en distintas ocasiones las condiciones de mercado puedan ser más o menos favorables para la acción emprendedora. Sino más bien, que quien esté evaluando la opción de iniciar el complejo proceso de transformar ideas en buenos negocios no debe aspirar a que todas las variables que dan forma a su proyecto encajen perfectamente en sus planes o modelos. Osea, que si esperamos que todo aquello que requerimos para emprender esté es su lugar y calce óptimamente, la verdad es que lo más probable sea que estemos dando inicio a un continuo de postergaciones para dar origen nuestro negocio, el que por ese camino, quizás nunca llegue a implementarse.
Entre las formulaciones teóricas más recientes asociadas al emprendimiento hay una que aborda un concepto que en inglés se denomina «effectuation», el que si bien su traducción al español no es demasiado precisa, podemos entenderlo simplemente como efectuación. Este concepto se aplica a la mentalidad o forma de pensar de los emprendedores y fue desarrollado por la investigadora de la Universidad de Virginia, Saras Sarasvathy quien buscaba comprender cómo los emprendedores llegan a desarrollar empresas exitosas.
En su investigación, la profesora Sarasvathy descubre patrones comunes en la mentalidad empresarial que condicionan el cómo los emprendedores abordan el desarrollo de sus proyectos.
¿Qué tiene que ver esto con el encabezado desde artículo? Bueno, bastante.
En primer lugar porque el pensamiento por efectuación (el que según Saravasthy se encuentra presente en la mayoría de los emprendedores exitosos) determina que estos no siempre abordan un problema o desafío de una manera en que lo primero que se establece es el resultado deseado. Es decir, una forma opuesta al pensamiento causal tradicional, donde el punto de partida es determinar el objetivo y luego diseñar e implementar un plan que considera hacerse de todos los recursos necesarios para alcanzarlo. No. El proceso de efectuación se desarrolla en emprendedores que lo primero que hacen es tomar lo que tienen (quiénes son, lo que saben y a quiénes conocen) y a partir de ahí, guiados por una visión, avanzan y van seleccionando entre distintos resultados posibles.
El anterior es el primer principio de lo que Saras Sarasvathy denominó «Effectual logic» y como vemos, resulta consistente con la expresión que regularmente comento en mis actividades: Los emprendedores exitosos no esperan reunir todos los medios necesarios (y calzar todas las circunstancias) para alcanzar un fin determinado y solo entonces iniciar sus proyectos. No, los emprendedores parten con los medios que tienen.
Por lo mismo, en estos tiempos en que las condiciones de mercado han ido cambiando de una forma vertiginosa, generando enormes crisis en importantes industrias, pero a su vez (más allá del cliché), creando también tremendas oportunidades para otras (si no, vean cuánto han crecido en estos dos años las plataformas de e-commerce como Mercado Libre, los sistemas de courier como Starken y las plataformas de videoconferencias como Zoom) los emprendedores no pueden quedarse detenidos a la espera del momento preciso o las condiciones perfectas para dar inicio al desarrollo de sus proyectos. Deben partir con lo que tienen y considerar la posibilidad de distintos destinos posibles. Una forma de pensar que claramente facilita emprender en tiempos turbulentos como los actuales.
Si el primer principio de la efectuación les hace sentido, les comparto los otros cuatros como forma de impulsar la decisión de muchos para dar ese salto al emprendimiento:
2. Considerar pérdidas abordables: Un paradigma habitual del mundo emprendedor es que los emprendedores son grandes tomadores de riesgos, pero la mayoría de los exitosos no se ven a sí mismos de esa forma. Por eso hay que poner el foco en disminuir los riesgos de nuestras opciones considerando posibles pérdidas de las cuales podamos hacernos cargo. Fallar es inevitable en el proceso emprendedor, por eso, falla lo más rápido y barato posible.
3. «Si la vida te da limones»: Los gerentes tradicionales regularmente se obsesionan con proyectar todos los escenarios posibles y preparase para cada uno de ellos. Los emprendedores exitosos asumen que no tienen mayor idea qué es lo que les depara el futuro y por lo mismo, para lo que se preparan es para desarrollar las condiciones de flexibilidad necesarias para adaptarse a todos los cambios en su entorno.
4. Crea buenas alianzas: Los emprendedores regularmente enfrentan montones de «nos», especialmente cuando desarrollan soluciones innovadoras. En vez de intentar permanentemente convertir esos No en Sí, los emprendedores exitosos buscan vincularse con personas y organizaciones que puedan creer en su visión y de esa forma, desarrollan redes de apoyo con quienes abordar estas oportunidades y co-crear las soluciones.
5. Controla el futuro: El reconocido Presidente de los EE.UU. Abraham Lincoln fue el primero en decirlo: «La mejor manera de predecir el futuro es crearlo». Los emprendedores exitosos no ven los mercados como olas cuya única opción es surfearlas a su ritmo y forma. No. Ellos creen fuertemente que el futuro es creado por las personas que así se lo proponen y se ven a sí mismos como agentes relevantes en la invención del futuro de su industria, pero también de la sociedad en la cual se encuentran insertos.
Ojalá te sirvan.